Existen en la Biblia varios versículos sobre ser hospitalarios, el verdadero ser de las hospitalidades que peregrinamos al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes con enfermos. Uno de los distintivos del verdadero discípulo es hacer que los demás se sientan amados y valorados (Juan 13, 34-35). Pese a que las costumbres cambian, la Palabra de Dios permanece inmutable.
Ya dijo Jesús: “El que a vosotros recibe, a mí me recibe” (Mateo 10, 40).
De hecho, la hospitalidad es la cualidad de ser hospitalario, es decir, de ofrecer buena acogida y recibimiento al que lo necesita, especialmente a los visitantes y a los extranjeros. La hospitalidad también se ejercita con peregrinos o desvalidos, e implica prestarles ayuda para satisfacer sus necesidades básicas.
El 52º Congreso Nacional de Hospitalidades de España y el 42º Encuentro Nacional de Jóvenes Hospitalarios nos va a permitir analizar, profundizar e incrementar nuestro compromiso como laicos con nuestros carismas, amor a María y acompañamiento a las personas enfermas; y con el Santuario de Lourdes, ese pedacito de cielo en la tierra, donde la Virgen nos espera a todos para hacer realidad nuestros anhelos de fraternidad y hospitalidad.